Nuestro tercer ojo, la lupa.

Sin ella estamos perdidos, como vagabundos sin horizonte.

La mejor aliada de un tasador de joyas es la lupa de 10x o lupa de mano, como le llamamos habitualmente.

Cada vez que nos enfrentamos ante una joya o una piedra preciosa lo primero que instintivamente hacemos es coger una lupa y/o unas pinzas y con ello ir a buscar aquello que a la vista no vemos.

Contrastes, marcas grabadas en el metal y muchas veces borrosas, casi ilegibles, inclusiones en las gemas, color de éstas, …. conjuntamente con una buena luz, tipo luz día, es la pareja perfecta de acompañamiento del tasador.

Muchas veces por la forma en la cual se coge la lupa, la distancia del ojo, el apoyo de los codos, el ángulo que se forma con la propia cara… se puede distinguir a un gemólogo de un aficionado.

En El Monte todo el personal que le va a atender es gemólogo titulado.

…y por supuesto… tenemos nuestra lupa siempre a mano.

“Mas de cien años empeñados en darte crédito”